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'BEGINNINGS'

Cuestión de principios

"Al principio creó Dios el cielo y la tierra". Así comienza el libro del Génesis, el primero de los que forman la Biblia. Una frase conocida por casi todos -creyentes o no–, a la que siguen el relato de la Creación, el pecado original, la expulsión del Paraíso... Pero ¿qué hay del resto de la Biblia? ¿Conocemos realmente esta obra fundamental?


	"Al principio creó Dios el cielo y la tierra". Así comienza el libro del Génesis, el primero de los que forman la Biblia. Una frase conocida por casi todos -creyentes o no–, a la que siguen el relato de la Creación, el pecado original, la expulsión del Paraíso... Pero ¿qué hay del resto de la Biblia? ¿Conocemos realmente esta obra fundamental?

Un reciente estudio del Pew Forum, organización dedicada al análisis de temas religiosos y su influencia en la sociedad, trató de ofrecer una respuesta –norteamericana– a esta y otras cuestiones relacionadas. Paradójicamente (o quizá no), quienes mejor resultado obtuvieron en las preguntas sobre temas religiosos generales fueron los ateos/agnósticos, mientras que los que mejor puntuaron en conocimientos bíblicos fueron los mormones, seguidos por los evangélicos, los ateos/agnósticos y los judíos. El último lugar lo ocuparon los católicos.

Dichos resultados hacen temer que en el mundo hispano, mayoritariamente católico, un estudio semejante revelaría un nivel de formación religiosa bastante pobre. En general, nuestro conocimiento de la Biblia es más bien anecdótico y superficial: las historias de Adán y Eva, el Arca de Noé, el Éxodo o David y Goliat nos resultan familiares, pero ni siquiera éstas las conocemos en profundidad. Por poner un ejemplo, ¿cuántas parejas de cada especie animal entraron en el Arca? Si han respondido "una", deberían echar un vistazo a Génesis, 7:2...

Hay numerosas causas que explican tal desconocimiento de los textos bíblicos; quizá una de las más destacadas sea que la Biblia asusta incluso al lector más entusiasta; no es una lectura fácil, y hay capítulos, incluso libros enteros, que resultan especialmente farragosos: listas interminables de genealogías, reiteraciones, frases incomprensibles para el lector moderno, historias (como la de David y Betsabé) que cambian enormemente de un libro a otro... No, no parece fácil ni ameno leer la Biblia. Pero puede que la cosa cambie para el lector del libro que hoy nos ocupa.

Beginnings. Reflections on the Bible’s Intriguing Firsts, de Meir Shalev, es una aproximación original e interesante a los textos bíblicos. En principio, está dirigido al público judío, ya que la Biblia que aquí se analiza es el Tanaj. Pero ello no significa que la obra no resulte interesante y muy recomendable para miembros de otras confesiones o para los no creyentes.

La Biblia es mucho más que una obra literaria, aunque sea una de las más importantes de la literatura. Tampoco es sólo el texto sagrado de judíos y cristianos, o la historia del pueblo de Israel y su Alianza con Dios. Aunque muchos prefieran olvidarlo, Occidente no hunde sus raíces exclusivamente en la cultura grecorromana, también lo hace en la judía y en la cristiana. La Biblia, por tanto, es uno de los pilares de nuestra civilización. Así, más allá de motivaciones religiosas, su estudio es fundamental si pretendemos conocer nuestro pasado, comprender el presente y conseguir construir un futuro.

Beginnings es una obra que resulta especialmente indicada para introducirse en el mundo de la Biblia. Meir Shalev, uno de los autores más conocidos en Israel, analiza los textos del Libro de Libros partiendo de esos "intrigantes primeros" que figuran en el subtítulo de su obra: el primer rey, la primera vez que se menciona la palabra amor, el primer profeta, el primer llanto... No se trata de una mera enumeración de anécdotas, por muy interesantes que éstas sean; Shalev va más allá, descubriendo el porqué de cada una de esas primeras apariciones bíblicas. ¿Por qué, por ejemplo, el primer amor que aparece en la Biblia no es entre un hombre y una mujer, sino el de un padre hacia su hijo, el de Abraham por Isaac? No se trata, en absoluto, de una casualidad. La Biblia, independientemente de que se crea en su condición de libro revelado, tuvo unos autores materiales, unos hombres que, como dice Shalev, "escribían sobre hombres y para hombres", con un propósito muy determinado. En este caso, revelar que, para Dios, es más importante el amor entre padre e hijo, el amor familiar, que el amor romántico; especialmente en el ejemplo referido, pues de esa familia surgiría el Pueblo Elegido...

Ésta es una de las constantes de la obra, la revelación de que los planes de Dios escapan casi siempre a la comprensión humana, ya que el pensamiento del Creador no está sometido a los mismos límites espaciotemporales que el de sus criaturas. Dios opera en el largo plazo; el hombre en el muy corto. Poco a poco, conforme se avanza en la lectura de la obra vamos viendo cómo encajan las piezas de la Biblia, cuál es el significado de que suceda un hecho y no otro. Cómo, en suma, se va forjando la Alianza de Dios con su pueblo.

Meir Shalev demuestra una finura y un acierto extraordinarios al elegir y comentar los pasajes bíblicos. Ameno, didáctico y comprensible, prueba que el rigor no tiene por qué significar aburrimiento ni falta de sentido del humor: a menudo nos ofrece muestras de su ingenio e ironía, que nunca resultan irreverentes.

Pero su mayor acierto reside en que no trata de dar una interpretación certera y definitiva de la Biblia, sino, precisamente, todo lo contrario: desde el prólogo de la obra nos deja claro que hay otras explicaciones a los pasajes que nos presenta, la mayoría de ellas procedentes de muy respetados eruditos. Él, que reconoce no ser "el más devoto de los judíos", simplemente nos ofrece sus reflexiones, las de un hombre culto que conoce bien las Escrituras pero que no trata de imponernos su interpretación. Su propósito es invitarnos a leer la Biblia, a descubrir en ella nuestras propias primeras veces y a que tratemos de ver más allá de las retahílas de nombres extraños, lugares desconocidos y sentencias aparentemente incomprensibles. A que abramos ese libro único y maravilloso y descubramos qué tiene que decirnos hoy, miles de años después de ser escrito.

 

MEIR SHALEV: BEGINNINGS. REFLECTIONS ON THE BIBLE’S INTRIGUING FIRSTS. Harmony Books (Nueva York), 2011, 304 páginas. Traducción al inglés de Stuart Schoffman.

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