Menú
LIBRERÍA DE VIEJO

'El misterioso caso alemán'

Rosa Sala Rose es una germanista de primera línea. Buscar su nombre en internet es gratificante: se trata de alguien brillante, con una obra meticulosamente elaborada, abundante pese a la edad de la autora, apenas en los cuarenta años.


	Rosa Sala Rose es una germanista de primera línea. Buscar su nombre en internet es gratificante: se trata de alguien brillante, con una obra meticulosamente elaborada, abundante pese a la edad de la autora, apenas en los cuarenta años.
Rosa Sala Rose.

Es barcelonesa, no viene de otro planeta, ha crecido en un país en el que la indigencia intelectual es casi la norma y en el que la universidad está a punto de fenecer agobiada por unas políticas infames y por una endogamia repugnante.

Me ha llegado con casi cuatro años de retraso su magnífico libro El misterioso caso alemán, que lleva por subtítulo "Un intento de comprender Alemania a través de sus letras" y fue publicado por Alba en 2007. Conocía parcialmente su obra, y había visto y oído en su blog la conferencia que sobre el tema dictó en la Fundación Juan March en 2006.

Afortunadamente, sigue habiendo poesía después de Auschwitz; lo que sucede es que ya no nos habla desde un pedestal. Hemos adquirido una dolorosa conciencia de las limitaciones del arte, un ídolo al que ya no podemos rendir culto como lo hicieron nuestros antepasados más ilustres,

escribe Rosa Sala Rose a poco de iniciar el libro con el tremendo caso de Friedrich Wilhelm Ruppert. No me resisto a transcribir parte de su descripción de Ruppert, en una sólida prosa castellana y con una ironía casi británica:

Su esposa siempre afirmó que había sido un buen padre de familia y un buen marido. Una fotografía nos lo muestra jugando en la playa con sus hijos, y otra sosteniendo en brazos a un cervatillo herido que ha encontrado en el bosque y al que, según asegura su mujer, pensaba curar y criar en su propio jardín. Hay otra que nos parece especialmente reveladora, en la que aparece tocando el violín junto al árbol de Navidad, rodeado de sus cuatro embelesados hijos.

(...) Como trabajador, Ruppert no sólo demostró ser un empleado fiel a la autoridad y dotado de un acusado sentido del deber, sino que superaba estas cualidades aportándoles, por iniciativa propia, ciertas dosis de creatividad e inventiva. De servicio en el campo de Dachau, por ejemplo, tuvo la ocurrencia de empapar con gasolina la barba de un prisionero recién ingresado y prenderle fuego con un encendedor. También golpeó a un profesor llamado Feierabend, que a la sazón contaba ochenta años de edad, por haber vulnerado las normas del campo al caerse mientras pasaba revista. Es de suponer que, en los diez años de carrera, premiada con continuos ascensos, que Friedrich Wilhelm Ruppert pasó en diversos campos de concentración, debió de demostrar su celo en otros muchos casos similares de los que ya no podemos tener constancia.

Tras resumir esta siniestra biografía y exponer el problema de la poesía después de Auschwitz, Rosa Sala Rosa apunta que lo

verdaderamente paradójico y fascinante del dilema que nos plantea Ruppert es que ninguna nación moderna occidental había honrado tanto al dios de las artes ni había cultivado y glorificado tanto la cultura como la alemana.

Y a partir de ahí comienza un detallado relato de la historia ideológica alemana tal como aparece expuesta en sus letras, a partir de Goethe, que es donde se hace más notorio el camino emprendido por Lutero con la Reforma, un camino hacia la singularidad alemana que aparece con toda claridad en el primer capítulo de El misterioso caso alemán, titulado "En torno de lo que no es alemán". Lo particular es descripto como un desarrollo por oposición.

Tal vez, digo yo –no hay por qué cargar a la autora con una idea que probablemente sea demasiado elemental–, la cumbre de esa construcción de identidad por oposición se vea con mayor claridad si se toma Alemania como culminación de lo romántico, enfrentada a Francia como culminación de lo ilustrado. Y el primer subtítulo de ese primer capítulo abre un aspecto clave de la historia cultural alemana: "De cómo los alemanes se olvidaron de reír". ¿Es Francia, desde Rabelais, el país de lo carnavalesco, como parece sugerir Bajtin? Rabelais (1494-1553) es contemporáneo neto de Lutero (1483-1546).

Karl Marx.El segundo capítulo trata del conocimiento, del ideal de Bildung –eso que llamamos "cultura" como categoría superior del saber, distinto de Kultur, y la tarea de su adquisición: de ahí que suela traducirse Bildungsroman como "novela de formación"–. "De cómo los alemanes se pusieron a leer": o sea, de cómo la Biblia, en el siglo XVIII, en el que en muchos sentidos aún vivimos, dejó de ser única lectura y el público empezó a consumir otros materiales impresos, no menos transmisores de ideología: posiblemente más. Todo ello en una sociedad en la cual la división de clases era un pilar, cosa de la que se ocupa Rosa Sala Rose en los extensos y muy documentados tercer y cuarto capítulos: "En torno a la burguesía" y "En torno al individuo", que preceden al que se ocupa del "ideal clásico" en Alemania; es decir, del Romanticismo, puesto que es en Alemania y en el Romanticismo donde se gesta la reescritura de la historia aún imperante y la moderna "Antigüedad", que lo impregna todo hasta hoy, debido a la aceptación y difusión del modelo por Marx, romántico él mismo, tal vez a su pesar.

La burguesía, el individuo y el ideal clásico, sumados a una sociedad en la cual el espacio para la risa era limitado, desembocan en la identidad nacional, que es lo que finalmente dará lugar a la tragedia que se resuelve entre finales de los años veinte (Mein Kampf apareció en dos volúmenes en 1925 y 1928) y 1945. Ése es el asunto del capítulo final.

El epílogo de la obra, "El roble que reverdece", no deja de ser, a su manera, escalofriante, aunque deje una puerta abierta a la esperanza de una Alemania nueva, planteada como eclosión de las ramas aún posibles en el roble de Goethe.

Rosa Sala Rose es autora también de un Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo (Acantilado, 2003) y del estudio Lili Marleen, canción de amor y muerte (Global Rhythm, 2008), que marcan, al igual que el libro que reseño, una senda de investigación sobre el pasado español. Falta un misterioso caso español, un estudio general de la simbología del franquismo, y un trabajo serio sobre la utilización de determinadas canciones por los dos bandos de la Guerra Civil, aunque temo que todavía de eso no se hable.

 

ROSA SALA ROSE: EL MISTERIOSO CASO ALEMÁN. Alba (Barcelona), 2007, 400 páginas.

vazquezrial@gmail.com

www.vazquezrial.com

0
comentarios