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CIENCIA

La guerra de dos mundos

Cuando ven películas como Star Wars, a los físicos les llama la atención la facilidad con que las naves espaciales explotan, generando una formidable deflagración de luces anaranjadas y violetas. Cómo el fuego se expande alrededor de la infortunada nao cósmica, cual bola voraz, hasta iluminar la pantalla entera. Cómo incluso con los ojos cerrados se puede averiguar si nos encontramos ante una escena de combate estelar, gracias al sonido de las explosiones y el bisbiseo de los rayos láser. Y es que todo eso es físicamente imposible.

Cuando ven películas como Star Wars, a los físicos les llama la atención la facilidad con que las naves espaciales explotan, generando una formidable deflagración de luces anaranjadas y violetas. Cómo el fuego se expande alrededor de la infortunada nao cósmica, cual bola voraz, hasta iluminar la pantalla entera. Cómo incluso con los ojos cerrados se puede averiguar si nos encontramos ante una escena de combate estelar, gracias al sonido de las explosiones y el bisbiseo de los rayos láser. Y es que todo eso es físicamente imposible.
En el espacio interestelar, que no está vacío de materia... pero casi, no se podrían observar explosiones de combustible como ésas ni, aún menos, escuchar ruido alguno. Es lo que tiene la física (en este caso la relativa a la combustión en un medio aéreo y la transmisión de las ondas del sonido), que cuando menos te lo esperas va y te arruina una película.
 
Bueno, arruinar, arruinar… no es precisamente la palabra ideal. Al menos si uno se ha leído antes este libro de Sergio Palacios. Porque quizás entonces lo que ocurra es que pueda sentarse delante del DVD y empezar a ver los filmes de ciencia ficción con otros ojos; con los de un científico.
 
La obra que nos ocupa pertenece a un género ya explotado en la divulgación anglosajona y española. No es, pues, una aventura original, pero está resuelta con suficiente rigor, soltura y capacidad de diversión como para ser altamente recomendable.
 
Marte.El autor, profesor de física y novel en cuestiones de divulgación a gran escala, repasa la iconografía cinematográfica más al uso en el género de la ciencia ficción, y la usa para extraer sencillas y populares lecciones de ciencia real. Por estas páginas pasan cañones de rayos láser y espadas de luz que dan cuenta de la ciencia del láser y sus verdaderas aplicaciones en la vida terrestre y mortal; se analizan los viajes interestelares made in Hollywood para, acto seguido, explicar cuán pequeña es la capacidad humana de llegar mucho más allá de Marte (para alcanzar la estrella más cercana a la Tierra después del Sol, Proxima Centauri, serían necesarios 2.800 años de viaje y combustible equivalente a toda la masa de la Vía Láctea; eso, si nos decidiéramos a no frenar ni una sola vez...). Vuela Superman y se nos cuentan prodigiosas ecuaciones de aerodinámica (sin transcribir un solo número, cosa que los lectores agradecemos). Se habla de visitantes alienígenas con todo el escepticismo tecnológico que un buen físico puede poner en el empeño. Etcétera. Con este juego, el lector se divierte casi tanto como viendo una secuela más de Star Trek.
 
No soy de los que piensan que los libros de divulgación científica tengan que servir necesariamente para enseñar ciencia. Basta en ocasiones con que fascinen, entretengan y ofrezcan una cara amble de la investigación. Basta con que logren que el lector se sienta atraído por disciplinas tan duras como la química, la física y la matemática, pierda los complejos y los miedos y advierta que de estas cosas también se puede hablar con una sonrisa en los labios. Sergio Palacios lo ha conseguido con este libro, para todos los públicos.
 
 
SERGIO PALACIOS: LA GUERRA DE DOS MUNDOS. Robin Book (Barcelona), 2008, 248 páginas.
 
JORGE ALCALDE dirige y presenta en LDTV el programa VIVE LA CIENCIA.
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