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ALBA CROMM

La novela negra postmoderna

La maestría literaria que Vicente Luis Mora (VLM para los amantes de las abreviaturas) ya había demostrado en el ensayo (Pangea, Pasadizos), la poesía (Mester de Cibervía, Tiempo) y la literatura de vanguardia de corte experimental (Circular 07) llega al gran público de la mano de una detective de ideas claras y sentimientos confusos en la época de los crímenes de carne y bytes.

La maestría literaria que Vicente Luis Mora (VLM para los amantes de las abreviaturas) ya había demostrado en el ensayo (Pangea, Pasadizos), la poesía (Mester de Cibervía, Tiempo) y la literatura de vanguardia de corte experimental (Circular 07) llega al gran público de la mano de una detective de ideas claras y sentimientos confusos en la época de los crímenes de carne y bytes.
La subcomisaria de la Policía Nacional Alba Cromm tiene una relación conflictiva con su familia, sus amantes y su memoria íntima que desahoga en confesiones poéticas y reflexivas en un blog, el primero que he encontrado que mantiene un personaje de ficción (http://albacromm.bitacoras.com/). Trabaja en la unidad de delitos informáticos y está especializada en la búsqueda de pederastas; en esta ocasión, del peligroso Nemo, uno de los más destacados pedófilos que pululan por internet. El mal ni se crea ni se destruye, amigos, sólo se transforma.

VLM ha recogido algunos de los tópicos de la novela de asunto criminal que tiene en su manifestación más perfecta Una investigación filosófica, de Philip Kerr, y la más chapucera en la saga escrita por Stieg Larsson: laberintos de internet, morboso trasfondo sexual y, sobre todo, protagonista femenina más lista que el hambre, lo suficientemente culta y lúcida para machacar argumentativamente al primer progre suscrito a Le Monde Diplomatique que se le ponga por delante, aunque de sentimentalidad problemática. Pero con cervantina habilidad consigue hacer al tiempo el elogio y la refutación de la literatura prefabricada para consumirse de un tirón. Aunque las doscientas y pico páginas se leen en un par de tandas de lectura absorta y agradecida, debido a que sus distintos registros lingüísticos son de fácil masticación, al tiempo queda un remanente de reflexión en segundo plano, una digestión rumiante del texto y el paratexto, asociada a la ironía metaconceptual con la que VLM va salpicando e interrumpiendo la narración principal con anuncios publicitarios, entrevistas imaginarias, cartas de lectores, poemas visuales, críticas literarias.
Cómo evitar las denuncias de acoso sexual: esas desagradecidas no quieren que te hundas, sólo desean algo a cambio de su silencio. Piensa si la conservación de tu estatus social no merece pagar veinte o treinta mil dólares. El divorcio de tu mujer va a costarte mucho más. Consejo práctico recogido en Upman.

Tres piedras ordenadas, en cualquier orden que podamos pensar, forman un enigma. Cien piedras ordenadas, en cualquier disposición imaginable, son un camino que conduce a una historia. Diario de Elena Cortés.

Nemo dice: Mamá me decía ayer ke los vicios acaban perdiendo a los hombres, y el miedo, a las mujeres. Creo ke tiene razón, por una vez. Chat en Messenger entre Nemo y Alba C.
No hemos señalado aún la originalidad literaria que contribuye a hacer de Alba Cromm una novela especial, digna de ser comprada, leída, pensada. Porque cuando tenga en sus manos el libro, en realidad tendrá el lector una revista, la muy machista, divertida, irreverente, contracultural, políticamente incorrecta, subversiva, derechista, vanguardista Upman, "La revista para el hombre de verdad". El número 120, un especial editado alrededor del 2020 dedicado a la pederastia en la red y en concreto el seguimiento realizado a la resolución del caso Nemo por parte de la policía Alba Cromm. Lástima que la editorial Seix Barral no haya podido/querido publicar la novela con un formato de revista en lugar del clásico formato libresco, porque hubiera significado asumir editorialmente la ruptura del formato que propone VLM. Pero tampoco hay que esperar grandes cosas de la industria del libro en España, tecnológicamente obsoleta (¿dónde están los e-books?), abonada al proteccionismo del Estado que impide la competencia (¿dónde está Amazon?).

Esta ficción de reportaje periodístico permite a VLM hacer malabarismos con los puntos de vista que van desgranando el caso Alba Cromm: el mencionado blog de la policía, pero también el del periodista que recopila toda la información (http://reporteroramirez.wordpress.com/), el diario en papel de Cromm, los cuadernos de notas del periodista Ezequiel Martínez, los diarios de Elena Cortés, psicóloga y mejor amiga de Cromm; informes internos de la Policía Nacional, transcripciones de chats, correos electrónicos y conversaciones privadas. Todo ello constituye un puzzle de fácil resolución organizativa por parte del lector, pero también altas dosis de matices conceptuales asociadas a citas literarias y filosóficas que nos ofrecen una imagen precisa del autor literario que maneja entre bambalinas los resortes de la trama novelesca.

Apuntes de un autor postmoderno que ha renunciado a la omnisciencia de los antiguos dioses novelísticos pero en contrapartida se deja ver aquí y allá, ligero y punzante, divertido y vitriólico, comprometido con una moral de la compasión que se adivina desde la dedicatoria: "A los niños, que están solos", pero que no nubla una visión lúcida sobre los mecanismos perversos que operan en el alma humana, incluso en la más inocente.

Humilde en su prospectiva sobre el futuro, VLM traza una distopía basada en la informática cuántica y el control cada vez más absoluto por parte del Estado, lo que conduce a una liberación a través de las personalidades virtuales en internet, los denominados avatares. Una liberación tanto personal, aunque puede que perversa, como política. VLM también plantea lo que no me queda claro si clasificarlo como utopía o distopía: el avance de lo que puede ser una literatura autónoma del dictum autoritario del escritor que trasvasa su poder taumatúrgico al lector.
Somos lo que ocultamos. Somos lo que callamos a los demás. Fantasmas o avatares, ahí, en lo que no aparece, en lo intangible, es donde se esconde nuestra esencia. Por eso da tanto miedo. Blog de Alba Cromm.

Haciendo buenas las tesis de Zygmunt Bauman, por entonces en auge, demostró que la Red era el medio líquido por excelencia, y que la idea de flujo participativo era esencial en su consistencia. Cuaderno de notas de Ezequiel Martínez.

Nuestro lenguaje es un rostro textual, un discurso corporeizado que va dejando pistas y restos de lo que somos; a su través se advierte nuestra tonalidad y el grano de la voz. Fax de Elena Cortés a la Policía Nacional.
Tras las hechuras de best seller culto, Alba Cromm adapta a la literatura convencional los dogmas del movimiento literario Afterpop: fragmentación narrativa, citas que combinan la mecánica cuántica de Schrödinger con el inconsciente colectivo de Jung, guiños al cine de Spielberg y a las críticas literarias de Vargas Llosa, hibridación de textos e imágenes, maridaje con otros medios expositivos como los anuncios publicitarios. Una propuesta novelística que se pretende por delante de los convencionalismos de la época y a la vez aspira a la inmortalidad, que trata de esculpir la forma estética específica del tiempo que le ha tocado vivir mientras trata de emparentar con el aire de familia del Canon universal.

También crítico literario, VLM termina sus reseñas en su blog (http://vicenteluismora.blogspot.com) anotando la relación que tiene con el autor y la editorial en un ejercicio de transparencia de posibles intereses creados muy necesario para no sucumbir al colegueo, el amiguismo o la sumisión al poder editorial. Sigo su ejemplo y constato que no tengo ninguna relación con la editorial Seix Barral y que a Vicente Luis Mora me lo encontré un día en una librería y tomamos un café. Pagué yo.


VICENTE LUIS MORA: ALBA CROMM. Seix Barral (Barcelona), 2010, 264 páginas.

Pinche aquí para acceder al blog de SANTIAGO NAVAJAS.
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