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COOL IT

Menos humos, señores ecoalarmistas

Bjorn Lomborg ha vuelto a hablar en forma de libro. Conocemos lo que opina sobre el cambio climático y el Protocolo de Kioto por sus artículos, conferencias y entrevistas de los dos últimos años, pero merece la pena pararse a pensar un rato junto a este economista y ex ecologista, aunque para ello haya que adelantarse al mercado español y buscar en internet algún modo de adquirir su nuevo libro, aún no traducido. He aquí el aperitivo, a la espera de que algún editor patrio recoja el guante.

Bjorn Lomborg ha vuelto a hablar en forma de libro. Conocemos lo que opina sobre el cambio climático y el Protocolo de Kioto por sus artículos, conferencias y entrevistas de los dos últimos años, pero merece la pena pararse a pensar un rato junto a este economista y ex ecologista, aunque para ello haya que adelantarse al mercado español y buscar en internet algún modo de adquirir su nuevo libro, aún no traducido. He aquí el aperitivo, a la espera de que algún editor patrio recoja el guante.
Bjorn Lomborg.
En Cool It (magnífico título que difícilmente será tan pertinente en español) el lector se va a encontrar a un Lomborg menos valiente que en el ya mítico El ecologista escéptico. El Lomborg de ahora, una de las cien personalidades más influyentes del mundo según la revista Time, director del Copenhagen Consensus Center, personaje muy solicitado para impartir conferencias y conceder entrevistas, tiene mucho más que perder que hace un lustro. Y sus editores también.
 
Total, que el danés nos muestra aquí su cara más amable: ya desde las solapas exhibe su vocación de ser la sonrisa del escepticismo climático. Ninguna referencia que pueda condenarle a las filas del "negacionismo", nada de salidas de tono y exabruptos políticos, sumo cuidado en el manejo de las fuentes y los matices... Todo ello confiere al libro una mayor capacidad de penetración de la que tuvo El ecologista escéptico, pero le hace perder morbo. El lector no encontrará, por ejemplo, a un Martin Durkin proclamando que el calentamiento global es un "gran timo".
 
Por eso mismo, Lomborg ha ganado en peso y credibilidad. Sí, reconoce la existencia de un calentamiento global, cree incluso que el ser humano es, en parte, responsable de él, pero se moja hasta las orejas en denunciar el uso partidista, sesgado, acientífico y torpe que de este tema están haciendo muchos, empezando por Al Gore. De hecho, el ex vicepresidente de EEUU es una de las personalidades más citadas por un Lomborg comprometido en desmontar, una por una, las falsedades de la "verdad incómoda" de aquél.
 
Así, acusa al político estadounidense, por ejemplo, de ser uno de los mayores responsables de lo que él llama "hitlerización de los escépticos". Gore ha aventado, según Lomborg, un irracional desprecio hacia las posturas críticas. Y da cuenta de algunos casos.
 
Cuando el más reciente Nobel de la Paz fue preguntado por Oprah Winfrey acerca de los múltiples errores detectados en su documental, "no se le ocurrió otra cosa que responder que todos los estudios que cuestionan el cambio climático están financiados por las empresas más contaminantes del planeta". Esta devaluación del debate es, según Lomborg, "responsabilidad única de los defensores de la postura oficial del IPCC", los únicos que parecen interesados en "desviar la atención sobre los auténticos problemas que afectan a la Humanidad, instalándonos en una suerte de histeria del CO2".
 
Si algo hace bien este autor es arracimar datos alrededor de sus tesis. Es altamente recomendable la lectura de Cool It con lápiz y papel y marcapáginas adhesivos, para no perder detalle. La cantidad de argumentos críticos que se desgranan en estas 253 páginas apabulla.
 
La recesión de los glaciares, la subida del nivel del mar, el aumento real de la temperatura, la prevalencia de los huracanes, el aumento del CO2 en la atmósfera, la sequía, las inundaciones, la pobreza... Cada uno de los fetiches del ecoalarmismo es puesto en una triple perspectiva: por un lado, se los compara con la realidad del planeta en otras eras geológicas; por otro, se proyectan sus efectos reales sobre el futuro; finalmente, se comprueba la efectividad real que tendría Kioto en su control.
 
Es, por ejemplo, demoledor el análisis de los múltiples errores de cálculo que se ven en una simple primera lectura del aclamado Informe Stern sobre los efectos del calentamiento. Por cierto, el propio Nicholas Stern, cuyos datos estadísticos han servido para asustar a media Humanidad, tras ser repudiado en parte por Gordon Brown ha encontrado cobijo en el comité de sabios que elaborará el programa electoral del PSOE.
 
Bjorn Lomborg, que nadie se llame a engaño, es un "espíritu bueno". Su discurso rezuma un buenismo que puede llegar a exasperar. Busca obsesivamente el aspecto positivo de cada uno de sus argumentos, y se preocupa de recordar en cada capítulo que su única intención es demostrar que existen mejores maneras de defender el medioambiente que Kioto. Tiene razón, pero no es necesario recordarlo tantas veces.
 
La idea forma parte de una correcta estrategia de comunicación: ante la polarización del debate, ante la tozuda realidad que nos obliga a pensar que los ecologistas son los buenos y los escépticos los malos, Lomborg se erige como el escéptico con corazón: rubio, listo, guapo, con ojos azules…
Espero que entre todos sepamos tomar la decisión correcta con la cabeza fría. Me encantaría ver a mis colegas clamando por el uso de mosquiteras para combatir la malaria en lugar de desgañitarse pidiendo una reducción de las emisiones de CO2. Puede que el mundo se sienta mejor manifestándose a favor de Kioto. Pero sentirse mejor no siempre quiere decir estar haciendo lo mejor.
Pues eso.
 
 
BJORN LOMBORG: COOL IT. AN ESKEPTICAL ENVIRONMENTALIST'S GUIDE TO GLOBAL WARMING. Knopf (Nueva York), 2007, 272 páginas.
 
JORGE ALCALDE, director de QUO y VIVE LA CIENCIA (LDTV) y autor de LAS MENTIRAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO.
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