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KAFKA Y EL HOLOCAUSTO

Neotestamentaria lectura de Franz K.

No hay forma de acercarse a un clásico desde la nada. Somos herederos de las lecturas e interpretaciones que otros han hecho antes que nosotros. Y poco importa el que las hayamos leído o no; han impregnado la sustancia de que están hechos los textos y nuestra lectura.

No hay forma de acercarse a un clásico desde la nada. Somos herederos de las lecturas e interpretaciones que otros han hecho antes que nosotros. Y poco importa el que las hayamos leído o no; han impregnado la sustancia de que están hechos los textos y nuestra lectura.
Franz Kafka.
Álvaro de la Rica es consciente de ello, y lo hace explícito ("Desde el comienzo de la historia humana, leer es leer con otros, descifrar lo escrito con las aportaciones de los demás, generación tras generación") en el prefacio de Kafka y el Holocausto. Razón por la cual configura su ¿nueva? interpretación del clásico judío como un libro escrito en compañía de otros libros. O lo que es lo mismo, Claudio Magris dixit, un pequeño Talmud, con comentarios y narraciones, con diálogos entre sabios e interpretaciones más allá de circunstancias de tiempo y lugar.

El interés del profesor de Teoría Literaria y Literatura comparada de la Universidad de Navarra por el autor judío nace de haber observado que en muchos relatos testimoniales de sobrevivientes del Holocausto había referencias a Kafka. Y a pesar de que en Kafka y el Holocaustose desgranan, tejen y destejen argumentos que destilan una mirada otra sobre la totalidad de la obra kafkiana, el análisis se centra en apenas dos relatos: En la colonia penitenciaria y Ante la Ley. Porque, expone refiriéndose al primero, surgen de la experiencia del autor, muestran el modo de operar de toda la obra kafkiana y, algo más inquietante, son capaces de retratar el sistema político que dio lugar a la Shoah veinte años antes de que se realizara.

Álvaro de la Rica se propone desentrañar el enigma kafkiano, esto es, "el abismo semántico (…) el contraste entre la visibilidad neta de las imágenes de Kafka y la comprensión de lo que se tiene delante"; pero no merece su interés la diferencia entre alegoría y símbolo que ha mantenido ocupados a otros críticos. Lo verdaderamente significativo es que la obra de Kafka "muestra ocultando", y asume como tarea el desvelamiento de lo oculto. Entra en conflicto, sin ir más lejos, con las reflexiones de Hanna Arendt, quien en La tradición oculta había resuelto la distancia semántica entre las imágenes y la comprensión señalando la capacidad de Kafka para crear modelos literarios, o arquetipos, más que personajes individuales y concretos: el soldado, el oficial, el comandante, el condenado, el viajero. El crítico, sin embargo, usa el tratamiento del profetismo kafkiano de la filósofa para sus propios menesteres interpretativos, a saber, revelar la obra de Kafka como testimonio profético de la Shoah, por más que, como señala en alguna ocasión, de los comentarios de Kafka no se pueda desprender la intención que tuvo al escribir En la colonia penitenciaria.

Kafka, según Andy Warhol.En su camino de interpretación, el profesor De la Rica utiliza los datos biográficos del autor, estudiados por Guiliano Baioni, para explicar algunas relaciones entre vida y obra. Indirectas, pero que sirven para situar la redacción de En la colonia penitenciaria y   Ante la Ley –susceptible de ser interpretado como una crítica al legalismo rabínico, desarrollado después de la destrucción del Segundo Templo–, en el periodo en que el joven Kafka estaba cancelando el compromiso matrimonial con Felice Bauer. Tal y como se desprende de la Carta al padre, texto interpretado en términos biográficos, en la ideología kafkiana literatura y matrimonio, escritura y vida, son dos llamadas antagónicas e irreconciliables; de ahí que el autor condenado no tenga más remedio que abocarse, al menos literariamente, a la metamorfosis y "someterse a la máquina de la colonia penitenciaria que despedaza las entrañas del reo", dado que ha optado por la palabra y no por la vida.

Otras interpretaciones jalonan Kafka y el Holocausto. De Elias Canetti, quien considera que la "transformación" de Kafka supone una forma de enfrentar el miedo al poder, pero que en co-argumentación de Álvaro de la Rica se convierte en una prefiguración del exterminio nazi, al acabar Gregor Samsa "arrojado por la asistenta al cubo de la basura para tranquilidad de todos". De Walter Benjamin y Gershom Scholem, el gran estudioso de la Cábala; de Max Brod y Maurice Blanchot y otros muchos. El texto se erige en una puesta a punto del estado de la crítica de la obra de Kafka y deriva en lo que, a mi entender, supone la gran aportación de Álvaro de la Rica: la interpretación de Kafka bajo focos neotestamentarios.

La Pasión de Cristo aparece como un intertexto que En la colonia penitenciaria comparte con obras de otros autores del mismo periodo: el relato "El estudiante", de Chéjov, "Los muertos", de James Joyce, o "El niño ante el árbol de Navidad de Cristo", del Diario de un escritor de Dostoievski. Por más que Kafka no se refiera en sus notas y diarios a la presencia en la fábula de los numerosos elementos que "pudieran estar tomados del relato de la Pasión de Jesucristo según los Evangelios", Álvaro de la Rica insiste en afirmar que En la colonia penitenciaria se inspira en la Pasión de Jesucristo y resume esta interpretación a través de la cita de un fragmento del diario de Hugo Ball:
Deus ex maquina. La cabeza de Cristo rebosante de sangre surgirá de improviso de la máquina hecha pedazos; rebosante de sangre aún en su resurrección y extendiendo un oscuro terror en su majestad. (17 de febrero de 1919).
La argumentación de Kafka y el Holocausto está bien trabada, aunque más relacionada con el horizonte ideoliterario de Álvaro de la Rica que con lo que podríamos llamar la materia lingüística de los relatos kafkianos. No obstante, será tenido en cuenta en las futuras lecturas del autor judío. Por más que las preguntas afloren: ¿no se trata de una interpretación interesada? ¿Es posible establecer este tipo de paralelismo o influencia? ¿O una forma de apropiación aprés la lettre et l’Histoire?
 
Obra elaborada y densa, inacabada y dinámica, a la espera de más argumentos, preguntas y respuestas.

 
ÁLVARO DE LA RICA: KAFKA Y EL HOLOCAUSTO. Trotta (Madrid), 2009, 144 páginas.
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