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NUEVO LIBRO DE RODRÍGUEZ BRAUN

Panfletos de autor

Las ideas mueven el mundo. El problema es que, hoy como ayer, las que verdaderamente lo mueven suelen estar equivocadas.

Las ideas mueven el mundo. El problema es que, hoy como ayer, las que verdaderamente lo mueven suelen estar equivocadas.
Los errores intelectuales tienen un larguísimo recorrido histórico y nefastas consecuencias, pero como la ideología dominante –que, en la era del reality show, no se corresponde, al contrario de lo que postulaba Marx, con la de la clase superior– se resiste siempre a morir, perseveramos una y otra vez en las mismas concepciones, por muy ineficaces que se muestren para dar cuenta del mundo que nos rodea.

Hay que reconocerlo: ellos, los errados, lo hacen mejor. Manejan a su antojo el lenguaje y no les duelen prendas cuando mienten o manipulan la realidad para tomar ventaja las discusiones, si es que éstas se producen. El progresismo, última mutación del germen marxista, se reinventa a sí mismo continuamente, sirve idéntico plato recombinando los ingredientes: ora lo sirve más dulce, ora más amargo..., en fin; y cuela; y son los reyes del mambo. Por eso Eduardo Galeano vende libros hasta en la Luna pero hay que pasarlas canutas para encontrar un ajado ejemplar de cualquier obra del maestro Montaner.

Pero no todo está perdido. En España tenemos a nuestra entera disposición una gema preciosa que importamos hace ya 30 años de la Argentina. Carlos se llama, aunque todos le conocen como Rodríguez Braun, o simplemente Braun, último reducto onomástico de una Fraulein alemana que hace cien años hizo las Américas para mejorar la raza. Y la mejoró, claro. Carlos es a la causa de la libertad lo que Montalbán fue a la de la servidumbre. Con la diferencia fundamental de que el primero es un gentleman y el segundo fue un charnego agradesío que malgastó su talento en adorar bichas inmundas. 

Braun hace de todo. Da clase en la universidad, va a la radio, a la televisión, imparte lecciones magistrales, escribe en los papeles y, de vez en cuando, se marca un libro con material inédito o recopilado. Panfletos liberales II no hace justicia al cardinal porque es incluso mejor que el primero y algo peor que el tercero, que se gesta en estos momentos en los periódicos. Como su predecesor, se trata de una rica ensalada de artículos que el autor ha ido publicando por aquí y por allá; en este caso, en los últimos cinco años.

A través de estos panfletos el autor recorre a velocidad de vértigo unos años que hemos vivido con la respiración entrecortada. El libro, que no está organizado cronológicamente sino por temas, arranca en 2005, en plena euforia burbujística, tiempo feliz en que creímos haber encontrado, al fin, El Dorado en forma de dúplex con piscina y pádel a 10 minutos del centro. Braun, que es un tipo bastante inteligente, lo vio venir y, bajándose las gafas de leer, se lo dijo a todo el que se pasó por sus comentarios periodísticos. Y lo hizo con elegancia, faltaría más.

Pero como no sólo de economía vive el economista –por muy audaz que sea–, Braun dedica mucho más tiempo y espacio a otros temas, como las peripecias de los distintos países de Hispanoamérica (tengo que ver el modo de que abandone la fea manía de llamar a su tierra natal con el repugnante galicismo de "América Latina"), las cosas de Zetapé, que son siempre interesantes y de reír –por no llorar– mucho; el mundo de la cultura o la continua reflexión sobre la libertad y cómo la maltratan sus enemigos.

Leer Panfletos liberales II es, además, algo extremadamente económico. Y no sólo porque el libro sea barato, que lo es, sino porque condesadas en sus páginas están muchas respuestas a otras tantas preguntas que nos hemos venido haciendo durante los últimos cinco años. Así, uno recuerda, se informa, aprende y, sobre todo, disfruta de esos pequeños opúsculos periodísticos que son, como el buen café, lo único verdadero a primera hora de la mañana.


CARLOS RODRÍGUEZ BRAUN: PANFLETOS LIBERALES II. LID (Madrid), 2010, 288 páginas.

Este sábado (16.30), MARIO NOYA entrevistará en LD LIBROS a RODRÍGUEZ BRAUN a propósito, precisamente, de la aparición de esta segunda entrega de sus PANFLETOS LIBERALES.
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