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WHATEVER IT TAKES

Sobre la inmigración en EEUU

Una de las señas de identidad de EEUU es su magnífica mezcla humana, nacida de la variada inmigración. A su vez, una de las lagunas más importantes en la política norteamericana ha venido siendo la falta de soluciones claras para detener el cruce ilegal de inmigrantes por las fronteras. Las soluciones a esta cuestión configuran el propósito de este reciente libro, cuyas tesis han reabierto un más que necesario debate en la sociedad norteamericana.

Una de las señas de identidad de EEUU es su magnífica mezcla humana, nacida de la variada inmigración. A su vez, una de las lagunas más importantes en la política norteamericana ha venido siendo la falta de soluciones claras para detener el cruce ilegal de inmigrantes por las fronteras. Las soluciones a esta cuestión configuran el propósito de este reciente libro, cuyas tesis han reabierto un más que necesario debate en la sociedad norteamericana.
El debate sobre los modos de controlar la masiva inmigración ha adquirido especial protagonismo en EEUU. En la última década, la entrada ilegal de personas se ha desorbitado. Tras el 11-S, y como resultado del lógico deseo de proteger sus fronteras nacionales, los norteamericanos expresaron con su voto un firme deseo de que fueran más y mejor controladas. Las soluciones dadas por la Administración Bush no han contentado a muchos ciudadanos, ni siquiera a algunos votantes y miembros del Partido Republicano. Entre ellos se cuenta el congresista J. D. Hayworth, autor de este ensayo.
 
Hayworth no es precisamente un político tibio, y sus intervenciones tanto en los medios de comunicación como en el Congreso muestran a un hombre serio y dinámico que no tiene pelos en la lengua. Su visión para solucionar el problema de la inmigración ilegal es fruto del conocimiento directo de la frontera con México y aparece resumida en este ensayo, escrito con claridad y eficacia. Hayworth desmonta la errónea concepción de que la inmigración ilegal favorece la economía. Al contrario, demuestra con datos y cifras cómo los beneficios en materia de salud y educación que recibe dicha inmigración sale injustamente y de manera abusiva del bolsillo de los contribuyentes.
 
Se expone así el lastre de una inmigración totalmente incontrolada: sólo en Arizona, por ejemplo, cruzan la frontera clandestinamente más de 4.500 personas cada día. A los contribuyentes de ese estado les cuesta más de 1.600 millones de dólares anuales en subsidios y ayudas; o sea, más de 700 dólares anuales por contribuyente.
 
Whatever it takes plantea la realidad de la situación inmigratoria tanto en el norte de EEUU –la frontera con Canadá– como, especialmente, en el sur –California, Arizona, Nuevo Méjico y Tejas son fronterizos con México–, y las urgentes respuestas que el Gobierno norteamericano debe dar a esta situación. Hayworth navega contra lo políticamente correcto, abandona cualquier aparato de falsa conciliación con quienes rompen la ley y apunta a un hecho incontestable: la necesidad de crear una política clara que acabe con el trasiego de personas al margen de la legalidad.
 
J. D. Hayworth.Hayworth aboga por la urgente aprobación de una Ley de Inmigración que –cueste lo que cueste, como dice en el título del libro– ponga fin a la presencia de los cientos de miles de personas que no han pasado las necesarias pruebas legales para vivir en EEUU.
 
El congresista republicano sostiene que EEUU no puede ser una nación segura sin unas fronteras protegidas y sin una verdadera Ley de Inmigración; y no tiene empacho en censurar a los políticos que, por cuestiones externas, dejan de ocuparse de este asunto.
 
Se discute en estas páginas, por ejemplo, la relación entre la inmigración ilegal y el crimen, o los problemas que han surgido debido a la errónea concepción de ciertos colectivos de que los inmigrantes no deben intentar siquiera asimilarse a las formas y modos de la vida norteamericana. Hayworth pone el dedo en la llaga de las acciones poco amistosas de algunos círculos de la política mexicana frente a EEUU, y compara la rigidez que aplica México en su frontera sur, por donde le entra la inmigración centroamericana, con la tibieza con que maneja lo que ocurre en la frontera norte.
 
Asimismo, incide en las debilidades de los programas de invitación de trabajadores (guest-worker programs) por un tiempo limitado y de las "amnistías" para los ilegales, y propone un mayor cumplimiento de la legalidad.
 
Hayworth critica el doble discurso respecto a la inmigración de políticos como el presidente mexicano, Vicente Fox, y las acciones de agrupaciones y colectivos –como el NILC (National Immigration Law Center)– dedicados a interferir en las leyes norteamericanas. Y concluye que EEUU se sigue aproximando desde una perspectiva errónea al problema de la inmigración, el gran peligro para el éxito futuro del país, según su criterio.
 
Las propuestas de Hayworth: una inmigración controlada, exigencia a los contratistas y empresarios de documentar a sus empleados adecuadamente, no deberían pasar inadvertidas. Este libro constituye un acertado análisis que, aunque centrado en el caso norteamericano, puede resultar de provecho a los lectores españoles y europeos.
 
No tardarán en llover ataques contra este congresista, sobre todo por parte de quienes siguen abogando por políticas demagógicas. De vaga e indecisa, cuando menos, tilda Hayworth la actual política migratoria de EEUU. Su libro es un llamado de atención que vale la pena tener en cuenta. Dejar de hacerlo abre el camino al abuso económico, al mayor descontrol del gasto, a la fabricación de pobreza y al crecimiento del crimen organizado, con la posible infiltración del terrorismo.
 
 
J. D. Hayworth: Whatever it takes. Illegal immigration. Border security and the war on terror. Regnery (Nueva York), 2006; 256 páginas.
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